logotipo ICLEP
Opinión
IMG
La educación cubana no motiva a los jóvenes
Sep 16, 2023

Durante décadas hemos escuchado decir a los máximos dirigentes del Estado Cubano en la radio y televisión nacional, que Cuba posee un sistema educacional de primera calidad semejante al de países del primer mundo. Los que vivimos aquí conocemos la triste verdad y que esos anuncios solo son patrañas para hacer creer al mundo que el sistema socialista es capaz de garantizar lo que la población verdaderamente necesita. Solo con caminar por nuestros pueblos y ciudades uno puede darse cuenta que a muchos de nuestros jóvenes no los motiva permanecer en las escuelas y continuar los estudios en niveles superiores, sino que prefieren buscar otras maneras de salir adelante en la vida. Yuniel Puentes, estudiante de duodécimo grado en el preuniversitario Osvaldo Herrera, asegura que la escuela no le interesa y que la mayoría de sus compañeros piensan igual.

“Es una realidad que los que estudian por muchos años y hacen una carrera universitaria luego de graduarse deben realizar el servicio social y perder años de su vida en centros de trabajo que les pagan una miseria y no aprenden nada útil. Esa es mi forma de pensar y la vida me ha demostrado que tengo razón”, refirió.

El joven cuenta que su hermano es ingeniero civil graduado en el año 2015 y que en la actualidad trabaja en una empresa del Ministerio de la Construcción donde le pagan 4200 pesos cubanos en un mes. “No quiero esa vida para mí, prefiero trabajar en un negocio particular donde se gana mucho más o luchar para irme del país y buscar un mejor futuro.

Si consigo hacerlo no necesito un título universitario, porque miles de cubanos graduados en las universidades que han emigrado, no pueden convalidarlos y ejercer como profesionales en esos lugares”, opinó. Ana Iris Marrero, profesora en la Universidad Central desde hace más de 30 años, opina que la desmotivación por continuar los estudios que sufren los jóvenes y el deseo de abandonar el país, es un problema grave que el Estado debe resolver cuanto antes .

“Hasta que el gobierno y sus dirigentes principales no reconozcan que la educación cubana está en crisis nada se va a arreglar. Todo sería diferente si lo que está escrito en papel se cumpliera en la práctica. Lamentablemente la realidad dista mucho de lo que necesita el país y cada día se aleja más de su propósito fundamental, formar jóvenes preparados que aporten a la economía y a la sociedad”, acotó Marrero.

 

Publicado originalmente en la edición 101  del medio de comunicación comunitario del ICLEP,  Páginas Villareñas.

 

IMG
Una paradoja que daña a nuestra sociedad
Sep 15, 2023

La difícil situación económica que vive la nación cubana en la actualidad está influyendo en el comportamiento social de los que permanecen en el país. Pareciera que a las personas que habitan en esta isla no les importa lo que sucede a su alrededor, y que sólo se preocupan de sobrevivir a costa de lo que sea. Es una realidad palpable que en nuestros barrios prevalece la ley del más fuerte, y que la vida diaria se ha convertido en una lucha feroz por la supervivencia.

Lamentablemente el respeto, la consideración por el prójimo y la solidaridad entre vecinos, valores muy característicos de nuestra sociedad, han desaparecido casi por completo, dando espacio al desprecio, la violencia y las faltas de respeto entre conocidos. Hasta hace sólo unos pocos años era común ver a los vecinos comportarse como familia, la gente se ayudaba en los momentos difíciles y de escasez. Se brindaban lo poco que tenían, azúcar, un puñadito de sal, dos cubetas de agua y una pastilla para el dolor de cabeza, eran compartidos sin ningún problema. Las relaciones fluían a pesar de los inconvenientes materiales.

Hoy en día todo es diferente, la gente se pelea y se agrede por cualquier cosa. Se conocen casos de peleas violentas entre conocidos, simplemente por no compartir el agua que llega por el acueducto, o por el lugar en una cola para comprar algo deficitario. Un triste ejemplo de lo expuesto anteriormente ocurrió hace solo tres semanas en el poblado Los Güiros, cuando dos familias se enfrentaron a machetazos luego de acusarse mutuamente de acaparar el agua que estaban recibiendo por el acueducto.

Es verdad que las limitaciones que se viven causan mucho estrés, pero nada justifica estos hechos y que personas que enfrentan el mismo problema, descarguen su ira e impotencia entre ellos mismos.

Todo esto tiene como responsable al sistema que ha imperado en este país por más de seis décadas. Son pocos todavía los que se atreven a descargar sus sentimientos contra el verdadero causante de nuestras desgracias.

Los más viejos de casa les inculcan a los más jóvenes el miedo a protestar ante el régimen gobernante, sin embargo no vacilan en decirles que si alguien en la calle se mete con ellos cojan un palo y se lo rajen en la cabeza.

Esto constituye una paradoja que daña profundamente a la sociedad cubana, convirtiéndola en violenta pero manejable y dócil por los que gobiernan y originan sus problemas.


Publicado originalmente en la edición 101  del medio de comunicación comunitario del ICLEP,  Páginas Villareñas.

IMG
Violencia de género, un mal que crece en nuestra sociedad
Sep 8, 2023

La violencia de género es un mal que se está haciendo cada día más común en nuestra sociedad. En los últimos meses las redes sociales se hacen eco de estos sucesos, denunciado el maltrato, la violencia y los crímenes mortales que sufren las mujeres cubanas. Muchos internautas leen con asombro estadísticas que algunos sitios digitales publican sobre la cantidad de feminicidios que se han cometido en lo que va de año.

La plataforma Yo Si Te Creo en Cuba registra que desde enero hasta julio del presente año, 54 mujeres perdieron la vida a manos de otras personas. Lamentablemente ni la radio ni la televisión nacional controladas por el régimen, dan seguimiento a esta situación que tanto preocupa a nuestro pueblo.

Irma Aguilar López, activista de un grupo contra la violencia de género en Santa Clara, opina que la poca visibilidad que tienen estos sucesos en los medios de información oficial, el desconocimiento que tienen las mujeres sobre lo que se considera maltrato, e incluso la falta de severidad en el actuar de la ley sobre los que cometen este delito, favorece que estos sucesos sigan creciendo en nuestra sociedad.

“En nuestro trabajo conocemos de muchos eventos violentos que se cometen en contra de las mujeres en los que ni siquiera se realizan denuncias. Algunas nos dicen que para que van a denunciar, si son los esposos o los familiares los que las maltratan. En otros casos reconocen que el miedo les impide dar a conocer que sufren violencia de género”, comentó. También dijo, que lamentablemente un grupo importante de mujeres aceptan que sus parejas las maltraten y hasta golpeen.

“Es muy difícil lograr convencer a personas que ven como un suceso normal, que sus maridos impongan su criterio por la fuerza y que no les den participación en la toma de decisiones. Tenemos testimonios de señoras que han sido víctimas de golpizas y abusos por décadas que son incapaces de denunciarlos. En estos casos el apoyo de las familias de origen es fundamental para poder cambiar el panorama”, refirió.

La activista, quien en un momento de su vida fue víctima de este flagelo, opina que el abuso contra las féminas no puede seguir tratándose de manera fría y pasajera solo en pequeños espacios como el grupo al que ella pertenece. “Necesitamos de mayor un mayor y verdadero compromiso por parte del Estado, sus instituciones y de la sociedad en general, para revertir el problema. Nuestras hijas, hermanas, primas o madres, pueden ser víctimas de la violencia de género y necesitar de nosotros para enfrentarlo”, advirtió.


Publicado originalmente en la edición 100  del medio de comunicación comunitario del ICLEP,  Páginas Villareñas.

IMG
¿Por qué van los cubanos a Ucrania?
Sep 3, 2023

Los soldados y reclutas cubanos están oficialmente presentes en la región euroasiática. Su misión es habitual, dado el papel que ha desempeñado el comunismo cubano desde 1959. En esta ocasión, debido a la invasión ilegal e inmoral de Ucrania por parte de Rusia, están proporcionando carne de cañón al régimen de Putin. Aunque esto no debería sorprender, es importante que Occidente y, en particular, los Estados Unidos comprendan plenamente las implicaciones del mercenarismo cubano en este genocidio contra Ucrania.

Desde el primer día, Cuba comunista, como un Estado marxista-leninista comprometido, ha participado con entusiasmo en guerras mundiales y campañas terroristas. Muchos de estos conflictos armados y operaciones subversivas, que buscaban derrocar gobiernos legítimos o ayudar a regímenes marxistas a permanecer en el poder, contaron con la ayuda y el apoyo intelectual de La Habana. Hay razones que explican este patrón de comportamiento. Algunos han atribuido este aventurerismo que ha costado miles de vidas, tanto de cubanos como de latinoamericanos, africanos, asiáticos y estadounidenses (y otros), a compromisos ideológicos de principio. Bajo el disfraz de la “liberación”, los cubanos comunistas han librado indiscutiblemente una guerra brutal, por lo que etiquetaron como descolonización, antiimperialismo, antirracismo, anticapitalismo, etc.

La lógica detrás de la obsesión del comunismo cubano con la intromisión internacional ha sido estratégica, reactiva y fundamentalmente innata a sus objetivos de supervivencia. El activo más importante de Cuba, desde que cayó bajo el dominio marxista, es su voluntad de involucrarse en los asuntos de otros países. Este compromiso activo en estrategias de ruptura sociopolítica, y/o solidaridad socialista, ha establecido un lugar para Cuba comunista en la mesa de los actores globales. Esta proclividad, ejercida también en la esfera de la inteligencia, ha incrementado enormemente la influencia de los comunistas de la isla. Cuba no posee recursos naturales muy codiciados. En cuanto a la producción industrial y tecnológica, el régimen castrista ha retrocedido en algunos aspectos hasta la época colonial, si se compara históricamente. Lo que sí tiene son bienes inmuebles. Su proximidad a Estados Unidos ha convertido a la isla en una mercancía para los malhechores del mundo.

Fidel Castro era un asesino de masas, pero no era estúpido y entendía la geografía, la tendencia de las democracias a ser sensibles al desarrollo de una crisis dados los patrones electorales, y la necesidad de forjar lazos profundos con países influyentes. América Latina, África, Asia y Oriente Medio fueron testigos de la presencia de tropas y/o personal militar cubano, no solamente para extender o preservar el comunismo. Sangre, inteligencia, apoyo logístico y táctico han sido elementos prescindibles utilizados como inversiones, siempre con la vista puesta en la longevidad del régimen. El castrocomunismo ha sido como un capo de poca monta con alarde de bravura, que ha usado esta mística para amplificar la protección de mafiosos de mayor envergadura.

Con una completa red de herramientas represivas, un terror de Estado despiadado y la estructura de un régimen totalitario bien cuidado, la dictadura cubana ha sido capaz de retrasar su decadencia. Sin embargo, comprendiendo bien la importancia primordial de los factores internacionales a la hora de determinar la durabilidad de un régimen no democrático, el castrocomunismo empleó desde el principio su capacidad bélica y de generación de terror como palanca para su supervivencia. Durante un corto periodo de tiempo, Estados Unidos pareció comprender la amenaza que representaba un régimen marxista-leninista hiperactivo a 90 millas de su costa y actuó en consecuencia. Sin embargo, el traicionero revés de John F. Kennedy en Bahía de Cochinos y el infame Pacto Kennedy-Khrushchev, que aseguraba la neutralidad estadounidense y la vigilancia de los intentos de liberación armada del exilio cubano, envalentonaron las misiones internacionalistas de la dictadura comunista. Fue la luz verde que señaló el establecimiento de una fracasada política estadounidense de tolerancia de una sede para una amplia gama de actividades subversivas y desviadas, perjudiciales para Occidente y, especialmente, para Estados Unidos.

Su capacidad para rechazar el neutralismo, desarrollar una trayectoria de activismo belicoso de base ideológica y evitar las repercusiones sistémicamente desafiantes del líder del Mundo Libre ha proporcionado a la dictadura cubana muchas cosas que necesitaba para perdurar en el poder. Ha ganado favores y concesiones de países como la URSS/Rusia, China, Irán, Corea del Norte, cuasi-colonias como Venezuela, Nicaragua y Bolivia, y gobiernos y movimientos revolucionarios de izquierda en todo el mundo. Al mismo tiempo, el comunismo cubano descubrió que sus violaciones descaradas y su conducta incivilizada no eran respondidas con políticas serias y discordantes. Al contrario, el imperialismo cubano ha conseguido intimidar a los gobiernos democráticos y a sus instituciones financieras, que se han mostrado genuflexos y han aceptado aberraciones morales clave como los crímenes sistemáticos de lesa humanidad y su apoyo a actos de terror, además de su implicación en el narcotráfico. En lugar de castigar el comportamiento criminal de La Habana, Occidente la ha recompensado con créditos, inversiones, subvenciones, condonaciones de deuda y un respetado asiento en los foros internacionales.

Durante la década de 1970, cuando el régimen cubano estaba abiertamente implicado en graves conflictos bélicos en numerosos países de los continentes africano y americano, Estados Unidos aplacó a la dictadura marxista con concesiones y reconocimiento. Gerald Ford, en 1975, suavizó el embargo estadounidense contra el gobierno de Castro, permitiendo a las filiales estadounidenses comerciar con Cuba. En 1977, Jimmy Carter facilitó los viajes a la isla y abrió secciones de intereses en La Habana y Washington, preludio del restablecimiento de relaciones. La actividad beligerante del castrocomunismo se vio recompensada por sus sangrientas empresas intervencionistas.

Cuba comunista es miembro de la Unión Euroasiática. Esta alianza estructural, política y económica, creada en 2015, incluye a Rusia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán, Armenia y, como miembros observadores, Moldavia y Uzbekistán. Se trata de un grupo paralelo que sigue el modelo de la Unión Europea. El régimen cubano es un aliado incondicional de la dictadura rusa. La red de espionaje cubano-rusa está bien definida. El “síndrome de La Habana” ha sido uno de sus proyectos favoritos. Los bancos de Putin han servido como uno de los mecanismos más activos de blanqueo de dinero y evasión de sanciones de la isla. Era de esperar que los militares castristas aparecieran, en algún momento, rumbo a Ucrania.

Los comunistas cubanos no susciten en las obras de caridad. Putin, sin duda, remunerará generosamente a La Habana por la sangre de sus súbditos. Además de quedarse probablemente con entre el 75 y el 92% de lo que pague Rusia, saben que esto les unirá más estrechamente a Putin y, consecuentemente, a China, un aliado clave de Rusia. Dado que Estados Unidos y la Unión Europea han adoptado disposiciones moralmente impotentes respecto a los vínculos no tan secretos de Cuba con el putinismo, la dictadura cubana confirmará la esterilidad de las políticas de búsqueda de la libertad apoyadas por Washington. Dondequiera que la democracia se vea amenazada, pueden apostar a que el castrocomunismo estará presente de alguna manera. Si Estados Unidos cree de verdad que lidera el Mundo Libre y quiere librarse de un grave problema para su seguridad nacional, debe ayudar a derrocar la atroz dictadura de seis décadas al sur del Estrecho de Florida.

 

IMG
El Amor, la Verdad, la Fe y la Virtud
Aug 29, 2023

Ante el clima de odio, de mentira, de corrupción y de falta de espiritualidad en que pudiera zozobrar Cuba, quisiera reflexionar hoy acerca de los cuatro pilares con los que nuestros padres fundadores, Varela y Martí, construyeron nuestra cultura y nacionalidad: el amor, la verdad, la fe y la virtud.

Es inefable la coherencia entre el profeta Félix Varela y el apóstol José Martí, por eso son, y serán siempre, las dos columnas fundacionales que sostendrán la nueva República. Esta unidad entre el profeta y el apóstol fue elocuentemente expresada por el propio Martí en su periódico Patria, el 6 de agosto de 1892, en el artículo titulado “Ante la tumba del Padre Varela” donde dice:

“La ciudad de San Agustín… venerada hoy para el cubano, porque allí están, en la capilla a medio caerse, los restos de aquel patriota entero, que cuando vio incompatible el gobierno de España con el carácter y las necesidades criollas, dijo sin miedo lo que vio, y vino a morir cerca de Cuba, tan cerca de Cuba como pudo, sin alocarse o apresurarse, ni confundir el justo respeto a un pueblo de instituciones libres con la necesidad injustificable de agregarse al pueblo extraño y distinto que no posee sino lo mismo que con nuestro esfuerzo y nuestra calidad probada podemos llegar a poseer: los restos del Padre Varela.”

Y más adelante dice: “Me conmovió, comandante, al preguntarles dónde querían ir, oírles decir: “Antes que todo, a la tumba del Padre Varela”: y allí fuimos, bajo el sol abrasador: la visita se la contaré con la palabra de uno de nosotros que no sabe mucho de letras, y dijo que le parecía que estaba vivo el Padre.” (José Martí en Obras completas, tomo 2, Centro de Estudios Martianos, Colección digital, La Habana, 2007, pp. 96-97).

He aquí la conexión intrínseca entre Varela y Martí, el que repitió en su publicación las mismas impresiones de un grupo de patriotas que antes que él, habían visitado la tumba del Padre Varela. Martí llama a Varela: “Patriota entero y “Santo cubano”. No acabo de entender por qué se ha demorado tanto la canonización del Padre Varela si desde su muerte y por el propio Martí, se le ha considerado santo a lo largo y ancho de nuestra historia. Nunca dejaré de insistir en que Cuba tiene estos dos más grandes padres fundadores cuyo ejemplo y enseñanzas bastarían para reconstruir la nación cubana, para refundar nuestra República en libertad, democracia y progreso.

No hay que salir por el mundo a buscar raíces y fundamentos. Ya los tenemos. Al mundo hay que abrirse para integrarnos a lo mejor de todos y para compartir lo mejor que tenemos desde los cimientos de la nación. En esos cimientos están grabados indeleblemente estos cuatro pilares de nuestra eticidad: amor, verdad, fe y virtud.

Amor y verdad

Este primer binomio, Amor y Verdad, bastarían para edificar una nación. Por eso, los valores que han sido fundamentos de Cuba son incompatibles con la filosofía del odio, de la lucha de clases, de la vida en la mentira. Amor sin verdad es debilidad y doblez. Verdad sin amor es fanatismo e inclemencia. La historia demuestra que no se puede amar desde la mentira. La historia, incluida la de la Iglesia, nos enseña que defender la verdad sin amor puede llegar a ser inquisición e impiedad. El amor no esconde la verdad y la verdad no disminuye al amor.

Nosotros sabemos, por Jesús de Nazaret y por Varela y Martí que “Dios es Amor” (1 Juan 4,8), que “nadie tiene mayor amor que el que da la vida por sus amigos” (Juan 15,13). Y que como dijo Martí: “Hay que deshelar, con el calor de amor, montañas de hombres; hay que detener, con súbito erguimiento, colosales codicias; hay que extirpar, con mano inquebrantable, corruptas raíces…” ahora se necesitan más que nunca templos de amor y humanidad que desaten todo lo que hay en el hombre de generoso y sujeten todo lo que hay en él, de crudo y vil.” (José Martí, 1881, O. C. Tomo 7. p. 285. Y en La Nación. New York. 1884, O. C. Tomo 10. p. 80).

Fe y virtud

El segundo binomio fundacional nos presenta la relación indispensable entre la fe y la virtud. Fe sin virtud es hipocresía. Virtud sin fe, se seca. La fe es motor y alma de la virtud y la virtud es fruto y semilla de la fe. Cuba necesita cultivar su fe y su espiritualidad. Es una necesidad de supervivencia. Martí dijo: “Todo pueblo necesita ser religioso, no solo lo es esencialmente, sino que por su propia utilidad debe serlo… un pueblo irreligioso morirá porque nada en él alimenta la virtud” (J. Martí. Fragmentos O.C. p. 392).

El Padre Félix Varela, “el que nos enseñó primero en pensar”, el padre de nuestra cultura y nacionalidad, dijo: “Así pensaba yo, mi caro Elpidio… sobre la historia lamentable de los errores humanos… de los sufrimientos de la virtud siempre perseguida, y de los triunfos del vicio, siempre entronizado… el orbe nos presenta un inmenso campo de horror y de exterminio… Mas, entre tantas ruinas espantosas, se descubren varios puntos brillantísimos, que jamás oscurecieron las sombras de la muerte…: los sepulcros de los justos,… sus almas puras, que volaron al centro de la verdad; cuyo amor fue su norma y por cuyo influjo vivieron siempre unidos y tranquilos. Sobre las losas que cubren estos sagrarios de la virtud, resuelven sus imitadores el gran problema de la felicidad y arrojan miradas de compasión sobre los que… corren tras sombras falaces, y, burlados, se dividen; divididos, se odian, y odiados, se destruyen” (P. Varela (1835) “Cartas a Elpidio”. Tomo I Sobre la Impiedad. Carta primera. p. 5).

El mismo Padre Varela culminaba sus “Cartas a Elpidio” con aquella recomendación a sus discípulos y que constituye el más grande aporte a la eticidad, el civismo y a la verdadera religión del pueblo cubano: “Te encargo pues que seas el órgano de mis sentimientos y que procures, de todos modos, separarlas del escollo de la irreligiosidad. Si mi experiencia puede dar algún peso a mis razones, …que por desgracia o por fortuna conoce a fondo a los impíos, puede asegurarles que son unos desgraciados y les advierte y suplica que evitan tan funesto precipicio. Diles que ellos son la dulce esperanza de la patria, y que no hay patria sin virtud, ni virtud con impiedad” (F. Varela. Cartas a Elpidio, Tomo 1, p. 181-182).

Y, como sintetizando el primer binomio de amor y verdad con el segundo binomio de fe y virtud, Martí expresa: “La grandeza está en la verdad y la verdad en la virtud.” (O.C. Tomo 6. p. 457). El Apóstol eleva, hasta ponerlo alrededor de la estrella solitaria de nuestra libertad, el valor supremo para Cuba y le llama la fórmula del amor triunfante: “…alcémonos, para la república verdadera, los que por nuestra pasión por el derecho y por nuestro hábito del trabajo sabremos mantenerla… Y pongamos alrededor de la estrella, en la bandera nueva, esta fórmula de amor triunfante: “Con todos, y para el bien de todos” (J. Martí, (1891) “Discurso del 10 de octubre de 1891”. O.C. Tomo 4. p. 279).

Volvamos a nuestras raíces cubanísimas y allí encontraremos un proyecto de vida para nuestra nación y república que puede ser resumido y reconstruido sobre estos cuatro pilares: Amor, Verdad, Fe y Virtud. Solo poniendo “por encima de todo el amor” (Biblia. Col. 3,14) podremos construir la Cuba que soñaron y fundaron Varela y Martí.

Centrémonos en esos fundamentos. Unámonos en ellos. Construyamos sobre ellos el futuro de Cuba.

 

IMG
Oposición y Opositores
Aug 28, 2023

Desarrollar una oposición política efectiva en una sociedad democrática es un asunto complejo y delicado, pero cuando se reta a una dictadura, la situación se agrava drásticamente, puesto que el propósito de los autócratas es la conservación por siempre del poder y para eso, deben destruir a los opositores, antes de que se conviertan en una fuerza capaz de destronarlos.

Esta reflexión, motivó al ex prisionero político, Amado Rodríguez, 23 años tras las rejas, decir, cuando se hacía oportuno, “en Cuba hay muchos opositores, muchos valientes, pero aún no ha sido posible en estos más de 60 años, articular una oposición eficiente porque la dictadura lo impide con sus frecuentes redadas, más el férreo control social que ejerce sobre la población” y es que uno de los primeros requisitos del absolutismo, es imponer un severo control sobre la ciudadanía a través de una represión sistemática, continua y brutal.

Otro factor es la indigencia económica de los opositores, particularmente, cuando la dictadura actúa en el marco de un sistema totalitarios. Si la guerra demanda dinero, la política no se queda atrás, así que controlar los bienes limita su desarrollo y el acceso a los mismos es traición que los gobernantes no se creen, pero sus servidores sí.

Las elecciones, aun en democracia, son difíciles y complejas, así que no es complicado imaginar bajo dictaduras como las de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia, como son los falsos comicios a los que convocan, particularmente, después de las experiencias de los autócratas Rafael Correa y Daniel Ortega, quienes llamaron a elecciones sin amarrar bien el fraude.  

Por otra parte, como la gestión pública es un monopolio del estado-gobierno, la operatividad política de sus contrarios es sumamente complicada, factor que no impide la aparición de los Opositores, sin que deje de ser sumamente peligroso desarrollar y articular, una oposición eficiente que pueda retar con probabilidades de éxito al gobierno.

Para integrar una oposición viable es imprescindible que se incorpore a la misma, con total compromiso, un por ciento de personas similar al sector que integra el núcleo duro del poder. Digamos, que cualquiera de nuestros déspotas tiene un 35 por ciento de la masa electoral identificado con su programa, de ser así, el opositor debe tener un respaldo similar, si quiere competir con posibilidades de éxitos, en el supuesto caso de que las elecciones no sean amañadas.

Un factor que juega plenamente a favor de esos gobernantes es la proliferación de candidatos. Cuando se presentan muchos aspirantes, aun siendo unas primarias, la fuerza opositora se divide, salvo que los pretendientes y sus partidarios, tengan una absoluta voluntad de cambio con independencia de quien lo dirija.

Además, hay una situación, a pesar de lo mucho que se ha repetido, que no ha servido de enseñanza a los líderes opositores, y es que el régimen, al estar consciente de la farsa electoral que promueve, no hace concesiones en lo que atañe al poder electoral, a sabiendas, que los opositores, por su discurso democrático, están en cierta manera obligados a participar, aunque no existan garantías suficientes para los comicios.

Enfrentar una dictadura, particularmente las populistas de cualquier signo, demanda una gran solvencia moral y mucho coraje. Los autócratas, políticos, o simples delincuentes, no respetan las diferencias y recurren al crimen sin contemplaciones, también, les sobran los perros de presa, que, creyendo, que interpretan la voluntad de sus amos, casi nunca se equivocan, despedazan a los enemigos de este.

Además, es importante destacar, que una de las características fundamentales de estos regímenes es el alto nivel de participación política de la población. Es difícil encontrar indiferentes. Se está en contra o a favor, siendo lo más notable la cólera, irascibilidad e intolerancia, que hace acto de presencia en las discusiones relacionadas con la cosa pública, una situación que invariablemente termina a favor de la autoridad.

No se debe obviar, lo considero la base de esta columna, que los depredadores políticos, sean, castro chavistas, marxistas o fascistas, no consideran a quienes se les oponen como meros rivales o adversarios, para ellos, quienes los rechazan, son enemigos a destruir física y moralmente, en consecuencia, quienes no estén de acuerdo  en que sus condiciones de vida cambien por decisiones de los otros, que sus opiniones sean censuradas, deben prepararse  para enfrentar enemigos mortales, que buscan nuestra destrucción.

IMG
En Cuba no hay calidad de vida para el pueblo
Aug 24, 2023

Cuando hablamos de calidad de vida, nos referimos a un concepto que implica desde el bienestar social hasta ciertos aspectos específicos del individuo, esto incluye tanto aspectos objetivos como subjetivos, donde el propósito final es el bienestar individual.

La evaluación de calidad de vida, según estudios académicos requiere tener en cuenta varios indicadores, entre estos el bienestar físico, bienestar material propiedades, relaciones interpersonales y bienestar emocional, entre otros aspectos básicos. Ante las anteriores tesis cabe preguntarse ¿Cómo se comporta la calidad de vida en Cuba?

Evaluar la calidad de vida en Cuba, no puede ser una repetición mecánica de las variables que expresa el Índice de Desarrollo Humano, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), exige un análisis más profundo. La calidad de vida del cubano es muy mala.

La presencia de un sistema de salud en crisis, carente de medicinas, especialistas, recursos y con una pésima práctica médica, no garantiza una adecuada atención a la salud de cada ciudadano. La inseguridad tanto personal como social, ha ido en aumento, como resultado de las continuas olas de violencia y crímenes que se originan casi todos los días, a esto vale añadir el incremento de los suicidios, indicador este de la inseguridad personal que se vive en la isla.

La falta de alimentos, de una vivienda digna, unidos a la crisis del transporte y los servicios, empeoran aún más vida de los cubanos. Un país donde no se respeten los derechos humanos y libertades individuales, no puede hablar de una vida digna. Grupos poblacionales vulnerables, como ancianos y niños no tienen garantizada una existencia digna.

El promedio de vida de la tercera edad continúa decreciendo, pese al discurso de los medios oficiales. Las mentiras del régimen cubano, sobre una calidad de vida óptima en la isla, ya no pueden engañar a nadie, la triste realidad que se vive hoy en la isla es el testimonio más fidedigno de un país que vive en el umbral de la pobreza extrema y con una calidad de vida muy cuestionable.

Publicado originalmente en la edición 162 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Espirituano

 

 

IMG
Las dudas sobre el harakiri de Esteban Lazo en la Asamblea Nacional
Aug 20, 2023

Muchos coinciden en que el plato fuerte en la recién concluida primera sección ordinaria de la décima legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, lo constituyó las palabras de Juan Esteban Lazo Hernández, Presidente del Parlamento cubano. Una especie de harakiri o mea culpa (mi culpa) –del régimen–.

El gentío nacional se ha quedado con la boca abierta. En el actual dilema que vive la Isla, de gente cansada, de pueblo hastiado del mismo triunfalismo sin nada dentro (hueco), la diatriba de Esteban, eclipsó tanto a los debates redundantes de los diputados como a las conclusiones de Díaz Canel.

Lazo arrasó. Se llevó el show. ¿Qué dijo Lazo Hernández? Aquí les va: “(…), prácticamente el ciento por ciento de la canasta básica se está importando. (…). Y el país no tiene dinero. (…). Estamos muy cansados ya de programas, medidas, estudios, diagnósticos y la realidad dónde está, es decir, la solución del problema dónde está.

En mayo se aprobó la ley esta [soberanía alimentaria], hace un año y dos meses y todavía estamos discutiendo si se implementó bien sino no se implementó bien, (…) y ya lleva un año y dos meses de aprobada la ley. ¿Hasta cuándo vamos a estar en esa situación?”, palabras de Lazo. Al respecto, dudas, un arcoíris.

“¡Ah!, este estaba borracho”, fueron las primeras impresiones de la gente en los barrios, apelando al hermetismo de la dictadura en cuanto a reconocer el daño que han causado a la nación; además de lo que significa tirarse de la guagua andando (acto suicida) en caso de que las palabras de Lazo sea resultado de iniciativa propia. “Su último parlamento”, decían otros.

Cuántos disidentes o gente de pueblo no hay presa en Cuba ahora mismo, acusados de haberse robado una gallina, por decir esto mismo que ha dicho Lazo en la Asamblea Nacional. Una verdad en boca de un jerarca que llueve a raudales sobre el día a día. Sólo depende de quién lo diga, será o no delito.

La gran duda de la gente está, según los comentarios apreciados en los barrios, en dilucidar si el harakiri de Lazo responde a un ataque de conciencia, por razones de honor personal, o si se trata de un suicidio por orden superior.

Lo cierto es que hay una realidad: el país no aguanta más, no existe la más mínima esperanza de mejoría – Rusia está más enredada que un bejuco– y el régimen no ha podido borrar del calendario el 11 de julio; está latente, para bien o para mal, en cuanta cabeza cubana existe.

Por tanto, las dudas de la gente sobre el seppuku (harakiri) de Esteban Lazo en la Asamblea Nacional se fundamentan en que detrás de ese aparente suicidio como sistema fallido hay algo. Más que un ejercicio de mea culpa, alguna treta que les permita conservar el poder.

 

Publicado originalmente en la edición 198 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Majadero de Artemisa